"Ni era una mujer, ni tenía 24 años, ni era una adúltera. Si hay un país en el mundo en el que lo malo se convierte en peor, ése es y desde hace décadas, Somalia. Y la historia de Asha Ibrahim Dhuhulow, la supuesta mujer de 24 años lapidada en público el pasado lunes en la ciudad portuaria de Kismayo, es sólo un reflejo. Porque no era mujer, sino casi niña. Asha no tenía 24, sino 14 años. No había cometido adulterio. Había sido violada por tres hombres del clan más poderoso de la ciudad. Ayudados por el tribunal islámico impuesto por las milicias integristas de Al Shabab, la muerte a pedradas de la menor sirvió para borrar todo rastro del crimen."
Por menos do que isto, noutros tempos ter-se-iam enviado as canhoneiras.
Por menos do que isto, noutros tempos ter-se-iam enviado as canhoneiras.
Falava, no «post» anterior, contra a violência sobre animais. Mas subscrevo o envio das canhoneiras e qualquer violência que contenha esses monstros.
ResponderEliminar14 anos. Violada e depois morta à pedrada pelos que a violaram! Não são os abismos aos quais o ser humano pode chegar que me impressiona - já se viu muito pior que isto.
ResponderEliminarEnfim, não deve haver muito a fazer. Se algum exército ocidental entrasse na Somália a sério seria decerto acusado de neo-colonialismo.
Como se o colonialismo, o velho colonialismo, sem "neo", não fosse melhor do que isto.